Se expresa como un porcentaje del costo directo y se lo calcula en base a la estimación de los gastos que generará el funcionamiento de la estructura orgánica necesaria para que el constructor o empresa constructora pueda llevar a cabo la obra. Dentro de estos costos se consideran los gastos generales y administrativos relacionados directamente con la ejecución de la obra, gastos de administración central, gastos de financiamiento y contratación, utilidades e imprevistos.


